Tradicionalmente, cuando vamos a hacer un negocio, los socios llevan a cabo algunas conversaciones y acuerdos verbales, acuden a un notario y forman una sociedad. Se nombra a un administrador y se vigilan los avances del negocio a través de juntas.
Ya partir del 2006 con la aparición de la SAPI y a partir del 2014 con la nueva SA de CV surge y toma fuerza un documento muy útil para fundar mejores empresas y administrarlas desde el inicio con mayor eficacia: los convenios entre socios.
Este documento es de gran utilidad, ya que en este, los socios pueden pactar varios puntos que beneficien el buen arranque y desarrollo de la empresa, entre otros los siguientes:
- Compromiso de los socios de no realizar otros negocios similares que puedan competir con la empresa;
- Entrega de acciones y utilidades a socios administradores hasta el logro de ciertos objetivos y metas de acuerdo a un plan de negocios.
- Acuerdo de rondas de inversión o prestamos de acuerdo al plan de negocios.
- Acuerdo de entrada de nuevos socios inversionistas, el tiempo que estarán en la sociedad y la forma de su salida de la misma.
Todo aquello hace posible la integración legal de los derechos de los accionistas, la forma de administrar la empresa y el logro de resultados de acuerdo a un plan pre establecido, lo cual potencia las posibilidades de éxito de nuevos negocios desde su misma creación.
Al final, los convenios de accionistas coadyuvan a que los negocios realmente sean eso, negocios.