La reestructuración empresarial es un proceso que implica cambios profundos en la organización, la estrategia, la cultura y el modelo de negocio de una empresa. Su objetivo es mejorar la competitividad, la rentabilidad y la sostenibilidad de la organización frente a los desafíos del mercado.
Uno de los aspectos más importantes y delicados de la reestructuración empresarial es el impacto que tiene sobre la marca. La marca es el conjunto de atributos, valores, emociones y percepciones que los clientes, los empleados, los proveedores y los socios tienen sobre una empresa. La marca es el activo intangible más valioso de una organización, ya que influye en la decisión de compra, la fidelidad, la reputación y el posicionamiento.
La reestructuración empresarial puede afectar positiva o negativamente a la marca, dependiendo de cómo se gestione el proceso y cómo se comunique a los diferentes públicos. Por eso, es fundamental contar con un plan de comunicación estratégico que acompañe y apoye el proceso de cambio, y que tenga en cuenta los siguientes aspectos:
- El propósito: Es necesario explicar el porqué de la reestructuración, cuáles son los objetivos y los beneficios que se esperan obtener. El propósito debe ser claro, coherente y convincente, y debe alinearse con la visión y la misión de la empresa.
- El público: Es importante identificar y segmentar a los diferentes públicos que se verán afectados por la reestructuración, y adaptar el mensaje y el tono a cada uno de ellos. No es lo mismo comunicar a los clientes que a los empleados, ni a los medios de comunicación que a los inversores.
- El canal: Es imprescindible elegir los canales más adecuados para transmitir el mensaje, teniendo en cuenta las preferencias, los hábitos y las expectativas de cada público. Los canales pueden ser internos o externos, formales o informales, digitales o tradicionales.
- El momento: Es esencial definir el momento óptimo para comunicar el proceso de reestructuración, evitando generar incertidumbre, rumores o falsas expectativas. El momento debe estar sincronizado con las acciones y los resultados del proceso de cambio.
- El seguimiento: Es conveniente hacer un seguimiento del impacto de la comunicación sobre la marca, midiendo indicadores como el nivel de conocimiento, el grado de satisfacción, la confianza o el compromiso. El seguimiento permite evaluar la efectividad de la comunicación y hacer ajustes si es necesario.
La reestructuración empresarial es una oportunidad para fortalecer la marca, siempre que se gestione con profesionalidad, transparencia y sensibilidad. En PRIAL México somos expertos en reestructuración de empresas y te ayudamos a diseñar e implementar un plan de comunicación que potencie tu marca y tu negocio. Contáctanos y te asesoraremos sin compromiso.