En pasada ocasión he comentado que el ambiente de negocios se está modificando de forma veloz debido a las diferentes reformas en diversas legislaciones de nuestro país. Estas reformas crean un nuevo entorno de negocios, un entorno de economía de libre mercado, cada día más distante de aquella economía cerrada que culminó en los 90 y cuyas inercias se han prolongado hasta nuestros días.
Este libre mercado se distingue por pasar el mando al consumidor, mayor oferta y competencia, y por incremento en la transparencia sobre las actividades empresariales y gubernamentales.
En ese sentido hoy hablo de tres regulaciones que afectan a los negocios y que conviene tomar en cuenta:
- Ley anti lavado de dinero (vigente y por reformar)
- Ley general de transparencia (por publicar)
- Reforma constitucional anticorrupción (por publicar)
Estas modificaciones legales afectan a los negocios en:
- Las operaciones directas con nuestros clientes.
- Las licitaciones y contratos con los diferentes niveles de gobierno y sus organismos.
- La recepción y ejercicio de recursos públicos (apoyos de gobierno).
Estas modificaciones legales nos obligan a las empresas a llevar registros especiales de las operaciones con nuestros clientes; a cuidar nuestra participación en licitaciones y la forma en que ganamos los contratos con el gobierno y/o sus organismos; y por últimos nos obligaran a hacer de conocimiento público la recepción y el destino de los recursos gubernamentales que entren a nuestro negocio, los famosos apoyos de gobierno.
Como podemos ver, el ambiente de negocios se hace más competido y regulado, más propicio para empresas y hombres de negocios profesionales, capaces de aprovechar las nuevas circunstancias.
El tiempo de los empíricos tiene los segundos contados: adaptarse o morir.
