Muchas veces se confunde el papel del auditor con el del asesor, pero lo cierto es que son dos figuras muy diferentes que cumplen funciones distintas. En este artículo te explicaremos por qué el auditor no es un asesor y qué beneficios puede aportarte contratar una auditoría para tu empresa.
El auditor es el profesional que se encarga de verificar y evaluar la situación financiera, contable, fiscal y legal de una empresa, con el objetivo de emitir un informe que refleje la imagen fiel de la misma. El auditor debe ser independiente, imparcial y objetivo, y basar su trabajo en las normas de auditoría vigentes.
El asesor, por su parte, es el profesional que ofrece consejo y orientación a la empresa sobre diversos aspectos, como la gestión, la estrategia, la fiscalidad o la legalidad. El asesor puede tener una relación más cercana y continuada con la empresa, y su función es ayudarla a tomar decisiones y resolver problemas.
¿Por qué el auditor no es un asesor?
Como se puede apreciar, el auditor y el asesor tienen roles muy diferentes. El auditor no es un asesor porque no puede intervenir ni influir en las decisiones de la empresa, sino que se limita a examinar y opinar sobre su situación. El auditor tampoco puede tener ningún tipo de vinculación o interés con la empresa auditada, ya que eso pondría en riesgo su independencia y credibilidad.
El asesor, en cambio, sí puede participar e intervenir en las decisiones de la empresa, siempre que cuente con su consentimiento y confianza. El asesor puede tener una relación más estrecha y duradera con la empresa, y su objetivo es ayudarla a mejorar su rendimiento y alcanzar sus metas.
¿Qué beneficios tiene contratar una auditoría para tu empresa?
Aunque el auditor no es un asesor, contratar una auditoría para tu empresa puede traerte muchos beneficios, como los siguientes:
- Te permite conocer la situación real de tu empresa, tanto en el ámbito financiero como en el fiscal y legal.
- Te ayuda a detectar posibles errores, irregularidades o riesgos que puedan afectar a tu negocio.
- Te proporciona un informe independiente y profesional que te da seguridad y confianza ante terceros, como clientes, proveedores, bancos o inversores.
- Te facilita el cumplimiento de las obligaciones legales y fiscales que te corresponden como empresario.
- Te aporta recomendaciones y sugerencias para mejorar tu gestión y optimizar tus recursos.
En conclusión, el auditor no es un asesor, pero eso no significa que no pueda ser un aliado para tu empresa. Si quieres contar con un servicio de auditoría de calidad y confianza, contacta con PRIAL México. Somos una firma especializada en reestructuración de empresas que te ofrecemos soluciones integrales para mejorar tu negocio. ¡Llámanos hoy mismo y te informaremos sin compromiso!
